Aprende a utilizar decapantes en suelos

El cuidado adecuado de los suelos es esencial para mantener su apariencia y funcionalidad a lo largo del tiempo. Un producto clave en este proceso son los decapantes, productos químicos que permiten eliminar capas de ceras, selladores y otras sustancias acumuladas en la superficie del suelo. 

Utilizar decapantes de forma correcta no solo garantiza que el suelo quede limpio y libre de residuos, sino que también prepara la superficie para futuros tratamientos, como el abrillantado o la aplicación de nuevas capas de cera.

Coor & Kleever, En este artículo, te guía a cómo usar decapantes en diferentes tipos de suelos, cuáles son los beneficios de este producto y los pasos a seguir para obtener los mejores resultados sin dañar las superficies.

¿Qué son los decapantes y para qué sirven?

Los decapantes son productos diseñados para eliminar restos de materiales aplicados previamente sobre los suelos, como ceras, barnices o selladores. Estos residuos, si no se eliminan adecuadamente, pueden reducir la calidad y durabilidad del mantenimiento de los suelos, además de dificultar la aplicación de nuevos productos. 

Los decapantes son especialmente útiles en el mantenimiento de superficies que han recibido múltiples capas de productos a lo largo del tiempo, ya que logran restaurar el suelo a su estado original.

Estos productos están formulados para actuar de manera efectiva sobre diferentes tipos de superficies, como mármol, terrazo, suelos laminados y otras superficies porosas o no porosas. La clave está en elegir el decapante adecuado para el tipo de suelo y el tipo de material que se desea eliminar.

Decapantes

Tipos de decapantes

Existen diferentes tipos de decapantes en el mercado, y cada uno tiene una función específica según el tipo de suelo y el tipo de revestimiento que se quiera eliminar. Los más comunes son:

  1. Decapantes alcalinos:

Son los más utilizados y efectivos para eliminar capas de ceras acrílicas o productos similares. Funcionan de manera rápida y son ideales para superficies resistentes, como suelos de mármol, terrazo o granito.

  1. Decapantes ácidos: 

Estos productos se utilizan principalmente para la limpieza de restos de cementos o cal. Se recomienda tener cuidado con su uso en superficies delicadas, ya que pueden dañarlas.

  1. Decapantes neutros: 

Son más suaves y se emplean en superficies delicadas o cuando solo se necesita una limpieza superficial sin dañar el suelo.

Elegir el tipo de decapante adecuado dependerá tanto del material a eliminar como del tipo de suelo en el que se aplique.

¿Cómo utilizar decapantes en suelos?

El proceso de decapado debe realizarse con cuidado y siguiendo una serie de pasos para asegurar un resultado eficaz sin causar daños a la superficie. A continuación, te mostramos los pasos esenciales para el uso de decapantes en suelos.

Paso 1: Preparación del área

Antes de comenzar, es importante asegurarse de que el área esté despejada y libre de muebles u otros obstáculos que puedan interferir en el proceso de decapado. Además, es recomendable ventilar adecuadamente el espacio, ya que algunos decapantes pueden emitir gases o vapores durante su uso.

Paso 2: Diluir el decapante

Dependiendo de las instrucciones del fabricante, el decapante puede requerir dilución en agua. Es esencial seguir las indicaciones proporcionadas en el envase del producto para evitar aplicar una solución demasiado concentrada, lo que podría dañar la superficie del suelo. La proporción de dilución también dependerá del tipo de residuo que se desea eliminar y del estado del suelo.

Paso 3: Aplicación del decapante

Una vez que el decapante está preparado, se debe aplicar de manera uniforme sobre el suelo. Se recomienda utilizar una fregona o un equipo especial de limpieza para distribuir el producto de manera homogénea. Es importante no saturar demasiado la superficie para evitar que el líquido se acumule en zonas específicas.

Paso 4: Tiempo de actuación

Cada decapante tiene un tiempo de acción recomendado que variará según el tipo de producto y el estado del suelo. En general, se debe dejar actuar el decapante entre 5 y 15 minutos. Durante este tiempo, el producto empezará a disolver las capas de cera o residuos. Es crucial no dejar que el decapante se seque en la superficie, ya que esto podría dificultar su eliminación.

Paso 5: Retirar el producto

Después de que el decapante haya actuado el tiempo necesario, es momento de retirar el producto junto con los residuos disueltos. Para ello, puedes utilizar una máquina fregadora industrial o, si el área es pequeña, una fregona y agua limpia. Se recomienda pasar varias veces para asegurarse de que no quede ningún resto de producto sobre el suelo.

Paso 6: Enjuagar el suelo

Es fundamental enjuagar el suelo con abundante agua después de retirar el decapante para eliminar cualquier residuo químico que pueda haber quedado. De lo contrario, los restos del producto podrían interferir en la posterior aplicación de ceras o tratamientos de mantenimiento.

¿Cuándo utilizar decapantes?

El uso de decapantes es recomendado cuando se observa una acumulación excesiva de ceras, selladores o suciedad que no se puede eliminar con una limpieza superficial. Algunos signos de que es hora de utilizar un decapante incluyen:

  • Pérdida de brillo: 

Si el suelo ha perdido su brillo original, puede ser un indicativo de que las capas de cera anteriores se han desgastado o han acumulado suciedad.

  • Dificultad para aplicar nuevos tratamientos: 

Cuando la aplicación de nuevas capas de cera o sellador no se adhiere correctamente al suelo, puede ser necesario realizar un decapado para eliminar residuos antiguos.

  • Manchas persistentes: 

Algunas manchas o marcas no se eliminan con una limpieza convencional y requieren un tratamiento más profundo.

Beneficios de utilizar decapantes de forma correcta

El uso adecuado de decapantes no solo garantiza la eliminación efectiva de residuos, sino que también ofrece varios beneficios para el mantenimiento a largo plazo de los suelos:

  1. Mayor durabilidad del suelo: 

Al eliminar las capas de residuos acumulados, se permite que el suelo respire y se conserve en mejor estado, lo que prolonga su vida útil.

  1. Preparación para nuevos tratamientos: 

Un suelo limpio y libre de residuos está listo para recibir tratamientos como la aplicación de ceras o el abrillantado, lo que mejora su apariencia y funcionalidad.

  1. Mejora del aspecto: 

Los suelos recuperan su brillo natural y aspecto original, lo que contribuye a mejorar el ambiente de cualquier espacio.

Obten los mejores decapantes de Coor & Kleever

Coor & Kleever ofrece una línea de decapantes de alta calidad especialmente formulados para eliminar capas de cera, selladores antiguos, suciedad incrustada y otros residuos difíciles de superficies como mármol, terrazo, granito y más. 

Estos productos son esenciales para preparar los suelos antes de aplicar nuevos tratamientos, garantizando que las superficies estén completamente limpias y libres de contaminantes. Los decapantes de Coor & Kleever no solo proporcionan una limpieza profunda, sino que también respetan la integridad del material, asegurando un proceso seguro y eficaz.

Entre sus principales productos destacan el decapante alcalino y el decapante ácido. El decapante alcalino es ideal para eliminar residuos de ceras, aceites y grasas, siendo especialmente útil en suelos muy sucios o desgastados. 

Por otro lado, el decapante ácido está diseñado para disolver restos minerales, manchas de óxido y otras impurezas difíciles de eliminar. Ambos productos, cuando se utilizan adecuadamente, dejan la superficie lista para un nuevo tratamiento, garantizando resultados óptimos en el mantenimiento de cualquier tipo de suelo.

El uso de decapantes es un paso crucial en el mantenimiento de suelos, especialmente cuando se requiere eliminar capas acumuladas de ceras o selladores. Siguiendo los pasos adecuados y utilizando el producto correcto, es posible restaurar la apariencia original de los suelos y prepararlos para futuros tratamientos. No olvides siempre seguir las recomendaciones del fabricante y realizar pruebas en áreas pequeñas antes de aplicarlos en grandes superficies para evitar daños.

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